Para mí, esto de emprender está siendo como ir montada en la Kingda Ka, la montaña rusa más grande del mundo… ascendiendo a 139 metros y alcanzando los 130 km/h. Una p.locura.
Todos los que han emprendido y sus proyectos han cumplido ya más de 1.000 días, coinciden en reiterar que no es fácil, ni es rápido. De hecho, dicen que conlleva esfuerzo, dedicación y requiere mucha pasión y tiempo.
Yo he leído mucho, pero mucho-mucho-mucho acerca de emprender… y de otras muchas cosas (creo que ya te he contado que tengo síndrome de Diógenes con la información y con los libros) El caso es que yo después de haberme empapado teóricamente en el arte de emprender, he descubierto, motu propio, una cosa que hasta el momento no había leído y considero que es vital que tengas en cuenta.
Ahí va mi descubrimiento.
Cuando estás emprendiendo (y se puede aplicar a cualquier otra cosa que requiera esfuerzo, dedicación y pasión) salen a relucir tus patrones de conducta más insidiosos.
¿Qué es un patrón de conducta insidioso?… pues son esas cosas que, en vez de hacerte avanzar, te frenan. Son los palos en las ruedas que nosotros mismos nos vamos poniendo. Es el autosabotaje a través de acciones que, en vez de sumar, restan…
Te voy a contar qué es lo que me sucede a mí por si te sirve de ayuda.
¡TODO me interesa! Bueno, todo-todo no, pero de lo que me interesa, me interesa TODO… y yo sabía que si quería sacar mi proyecto adelante tenía que centrarme y poner el foco, y si no estaría perdiendo el tiempo miserablemente.
Empecé a andar el camino con paso firme y seguro y 1) empezaron las dudas (de esto si que hablan los que ya han emprendido) 2) me invadió cierto desánimo (también lo comentan) y 3) otro proyecto mío que dejé pausado hace tiempo por parir este, empezó a atraerme de nuevo y es entonces cuando descubrí que 4) empezaba a operar, inconscientemente, uno de mis patrones de conducta insidioso.
Patrón de conducta insidioso:
Con toda mi pasión, dedicación y tiempo, gesto y paro (de parir) un idea/proyecto.
Es un embarazo de elefanta, con un parto duro y un periodo de lactancia largo y cansado. En donde no duermo lo suficiente, y estoy todo el día arrastrada.
El proyecto empieza a gatear y yo al lado como una abnegada madre, tratando de que no se caiga y cuando todavía no es capaz de mantenerse en pie y recorrer ni medio paso solo… me da por gestar y parir otra idea.
Pero como no puedo estar a la vez con dos proyectos, pauso el que estaba empezando a andar.
Con el segundo proyecto, revivo nuevamente todo el proceso. Gestar, parir, amamantar, no dormir, echar a andar… y cuando está a punto de ponerse en pie… vuelvo a tener ganas del proyecto pausado…
Y no sólo eso, sino que revivo ese proyecto.
Pero como no puedo estar a la vez con dos proyectos, entonces…
-¡Pero vamos a ver alma de cántaro! ¿¡Qué estás haciendo!?- Esto es lo que me he tenido que decir a ver si me saco de un volantazo de repetir el patrón en el que me estaba metiendo…
Yo ya sé cuál es la respuesta correcta… Una cosa cada vez.
Pero, como antes de tomar consciencia de este patrón de conducta insidioso he reactivado mi proyecto primogénito…¿a ver cómo resuelvo ahora la situación de la manera más eficaz posible?
Resumiendo: Cuando estás metida de lleno en algo que requiera de tu atención, esfuerzo y concentración (ya sea alcanzar un propósito, emprender, o un nuevo churri) salen a relucir tus patrones de conducta más insidiosos como posible fórmula de autosabotaje.
Trata de identificarlos cuanto antes y párate en seco cuando descubras que empiezan a aflorar, así no estarás perdiendo el tiempo miserablemente.
Continuará…